Cuando el cuerpo habló... y alguien se animó a escucharlo

Lo que vi cuando no me propuse curar, sino acompañar y ayudar.

No sé si yo estaba “lista”.
No sé si tenía todas las herramientas.
Solo sabía que había algo más detrás de los síntomas que esa persona traía.

Me senté a escuchar. A mirar con ella. A preguntar, sin imponer.
Y algo se abrió.

Ella tenía un diagnóstico médico claro. Iba al psicólogo.
Pero me dijo, casi en susurro: 
“No sé por qué él no me hizo ver todo lo que vos me hacés ver.”

En esa frase, entendí que la sanación no siempre viene de la ciencia, ni de la razón.
A veces aparece en un espacio de verdad compartida.
En una pregunta que toca donde nadie se había animado a mirar.

Yo no curé a nadie.
Pero algo en ella cambió.
Y algo en mí también.

Tal vez ese fue el comienzo.
Tal vez ese fue el momento en que comprendí que el cuerpo no pide soluciones... pide ser comprendido.

Y a veces, comprender... ya es comenzar a sanar.



— YYUNCACELETRA (M.L.C.)

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