¿Y si no fuera solo lo que comés… sino desde
dónde lo comés?
No siempre es
la comida.
Y sin embargo, la comida también dice.
Dice desde qué
emoción estás comiendo.
Dice qué buscás compensar.
Dice qué no podés digerir, aunque no haya pasado por la boca.
La acidez, la
gastritis, la úlcera…
no siempre nacen por un alimento equivocado.
A veces son el reflejo de una palabra que dolió,
una discusión que no se pudo cerrar,
una necesidad de control que lo aprieta todo desde adentro.
La medicina
china lo sabía:
la emoción no solo impacta el cuerpo, también elige el plato.
Y entonces sí:
es un combo.
Lo que sentís, lo que comés, lo que tu estómago intenta decir.
Quizás no
tenías hambre.
Quizás solo querías sostén.
Quizás lo que te inflamó no fue el bocado…
sino la culpa de habértelo permitido.
🌱 Lo automático puede volverse consciente.
Y cuando eso pasa… algo se afloja.
📖En mi libro BIO
Y PROCESO DE DECODIFICACIÓN,
propongo preguntas para que devanes el ovillo y puedas llegar a comprenderte.
En mi libro propongo preguntas no solo para que sientas,
sino para que te
observes en el cómo.
Porque a veces, lo que duele no es el sentimiento,
sino el modo en que lo
sostenemos sin saber.
✍️ YYUNCACELETRA (M.L.C.)

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